El beso que me mandas por escrito
es un beso de verbo rubricado,
un beso que me das tan despacito
que podría decirse es congelado.
Cuerdo lo quiero y lleno de locura,
un beso que no tenga amanecida;
el beso de tu boca agradecida
al amor por amarnos sin mesura.
Un beso inolvidable es la vida,
el beso que yo busco para darte
y sentir tu sonrisa descendida.
Por tus labios mi boca está perdida,
y empieza a oler a fuente por la tarde
cuando el río te acerca fugitiva.