Torre de Comares durante el proceso de restauración de sus revocos exteriores.
M. Torres Molina, 1931.
Estimado Nicolás: Fastuoso libro este de «Las flores altas » que has tenido la gentileza de enviarme. A la maravilla de la minuciosidad, la intimidad y el sigilo, tan en consonancia con la admirable escuela de tu ciudad de origen, unes la lucidez y elegancia extremas. Gracias amigo lejano. Y sí, nunca olvidaré que las palmeras estaban en Marte.
Un cordial saludo y a tu disposición siempre.
A. Enrique
Guadix, 31 dic. 2015.